La Iglesia católica es una institución de carácter religioso, profesante del cristianismo, organizada y estructurada en Ciudad del Vaticano, enclavada a su vez en la ciudad de Roma. Se cuenta entre las organizaciones estatales más antiguas del mundo [cita requerida]. Abarca aproximadamente el 55% del total de los cristianos.
En ocasiones es aludida como Iglesia Católica Apostólica Romana o como Iglesia Católica Romana; algunos que hacen esto sostienen que las iglesias de la Comunión Anglicana y las Iglesias Ortodoxas se reconocen a sí mismas como la "Iglesia, una, santa, católica y apostólica" del Credo y que también son católicas (tanto en sentido etimológico como en todo el contenido del término) si bien no es la única diferencia el no estar bajo la autoridad del Papa, o bien se trata de personas procedentes de países en los que el habla ha adoptado esta expresión debido al uso intenso por parte de comunidades relevantes de anglicanos y otros protestantes y de ortodoxos. Sin embargo, existen Iglesias en plena comunión con el obispo de Roma que, al tener tradiciones litúrgicas distintas, no añaden el término "Romana". Por lo tanto, para englobar a las Iglesias orientales católicas y la Iglesia Católica Romana se usará el término más general Iglesia Católica, tal como está en el título del artículo.
En los países en los que el culto católico es mayoritario, a la Iglesia católica se le conoce normalmente con el término la Iglesia, término que en países como Suecia se aplicaría a la iglesia nacional luterana, o en Rumania, Bulgaria, Montenegro, Serbia, Georgia, Rusia, Albania, Etiopía, Armenia, la ex República Yugoslava de Macedonia o Grecia, a la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa.
A raíz del Concilio Vaticano II (durante los años 1960), surgen otros términos que hacen referencia a distintas formas de entender la naturaleza y objetivos de la Iglesia católica, tales como Sacramento de Cristo, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Esposa de Cristo.
La Iglesia católica es la rama más grande del cristianismo, y la que tiene una mayor organización.[2] De acuerdo con el Anuario de Estadísticas de la Iglesia, el número de bautizados en el catolicismo a nivel mundial a finales de 2004 era de 1.098.366.000 o aproximadamente una de cada seis personas de la población mundial.[3]
La Iglesia católica tiene su sede central en el Estado de la Ciudad del Vaticano (Vaticanus Ager, en latín y oficialmente; Stato della Città del Vaticano, en italiano), un enclave dentro de la ciudad de Roma, en la República Italiana. El Estado Vaticano es un estado independiente y reconocido internacionalmente.
Su jefe de estado es el Papa, quien recibe el trato honorífico de Su Santidad (S.S), y que en la actualidad ostenta Benedicto XVI, nombre adoptado por el Cardenal electo Joseph Ratzinger, de origen alemán.La misión de la Iglesia "Evangelización"
La palabra evangelizar significa literalmente "buen mensaje", "buena noticia". Jesús designa como "Evangelio" la llegada del Reino de Dios, que provocará la liberación de los oprimidos y la justicia para los pobres. Este es el anuncio que manda proclamar a sus discípulos tras la Resurrección: "Id por todo el mundo y proclamad la buena noticia (evangelio) a toda criatura" (Mc 16,15)
El Concilio Vaticano II recordó que "la universalidad de la misión de la Iglesia, la cual se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres, se basa en el mandato explícito de Cristo y las exigencias radicales de la catolicidad de la Iglesia" (Ad gentes 1)
Jesús da una orden precisa a los apóstoles "Proclamad la Buena Nueva a toda la creación" (Mc 16,15), "Haced discípulos a todas las gentes" (Mt 28,19), con una predicación suscitada a la conversión para el perdón de los pecados (Lc. 24,47).
En el momento de la Ascensión, los discípulos limitan aún su esperanza al Reino de Israel, pues le preguntan a su Maestro: "Señor ¿Es en este momento cuando vas a restablecer el Reino de Israel?" (Hch. 1,6). En su respuesta, el Salvador les muestra claramente que deben superar el horizonte, y que ellos mismos deben convertirse en testigos no solo en Jerusalén, sino también en toda Judea y Samaria "y hasta los confines de la tierra" (Hch 1,8)
El Redentor no cuenta únicamente con la docilidad de los discípulos a su palabra, sino también con el poder superior del Espíritu Santo que les promete "Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros" (Hch 1,8)
Tras el Sínodo que los obispos dedicaron en 1974 al tema de la evangelización en el mundo contemporáneo, Pablo VI utilizó sus resultados para elaborar su exhortación apostólica "Evangelii Nuntiandi" (1975). En este documento se concibe la evangelización como la "dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad mas profunda" (EN, 14).La evangelización es el proceso total mediante el cual la Iglesia, movida por el Espíritu:
Anuncia al mundo el Evangelio del Reino de Dios
Da testimonio entre los hombres de la nueva manera de ser y de vivir que él inaugura
Educa en la fe a los que se convierten al Evangelio del Reino
Celebra, mediante los sacramentos, la presencia del Señor Jesús y el don del Espíritu
Impregna y transforma con su fuerza todo el orden temporal
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